Todos los seres humanos nos encontramos llenos de energía, vigor, alegría, tristeza, agresión, ira y enojo ...e igualmente todos hemos aprendido desde muy pequeños a reconocer y manejar estos sentimientos de acuerdo con las formas y enseñanzas de cada familia. algunas personas aprenden a gritar lo que piensan y sienten, otras a esconder los sentimientos por miedo, y algunas más tiene claro cómo expresar lo que piensan y sienten.
¿Qué pasa entonces cuando estamos llenos de ira, coraje, envidia, celos y sentimientos de ira, coraje, envidia, celos y sentimientos por los cuales deseamos golpear, destruir o maltratar objetos o personas? Rayar un automóvil ajeno, romper su portafolio a un compañero, destruir puertas, vidrios o aventar muebles son actos que reflejan que la hostilidad, la agresión y el enojo que todos llevamos dentro no son canalizados de manera positiva y, por tanto, protectora.
Si sentimos deseos incontrolables de destruir, golpear o dañar algún objeto que no nos pertenece, ya sea por envidia, coraje o sencillamente por "lucirnos" frente a los demás, es importante buscar a alguien de confianza para platicarle lo que nos sucede. En este sentido, cuando la ira se mete al cuerpo es conveniente hacer lo siguiente:
* Detente un momento
* Respirar profundamente
* Re valora la situación
* Identifica qué es exactamente lo que te molesta
* Observa cómo reacciona el otro
* Explícale lo que sientes
* Escucha lo que él (ella) siente
* Habla todo lo necesario con el otro, pues el tiempo no importa
* ¿Está claro ya el punto de cada uno?
* Negocien
* Ahora lleguen a un acuerdo
No hay comentarios:
Publicar un comentario